Es un indicador creado por el Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) con el fin de determinar el nivel de
desarrollo que tienen los países del mundo. Fue ideado con el objetivo de
conocer, no solo los ingresos económicos de las personas, sino también para
evaluar si el país aporta a sus ciudadanos un ambiente donde se puedan
desarrollar mejor o peor de acuerdo a su proyecto de vida y condiciones.
Los datos de 2008 sobre pobreza en México
revelaban que a 50.6 millones de mexicanos no les alcanzaban sus ingresos para
cubrir las necesidades básicas respecto a salud, educación, alimentación,
vivienda, vestido o transporte público, incluso dedicando todos sus recursos a
estos términos. El 18.2% de la población sufría carencias alimentarias -casi
veinte millones-, de los cuales 7.2 millones habitaban en zonas urbanas,
mientras que 12.2 millones pertenecían a zonas rurales. Entre 2006 y
2008, el nivel de vida de más de un millón de familias cayó bajo el umbral de
la pobreza.
Los niños, niñas y adolescentes forman parte
de los grupos más vulnerables a sufrir carencias y privaciones. Así, en el
capítulo de México en el Estudio Global sobre Pobreza y Disparidades en la
Infancia, elaborado por UNICEF entre 2008 y 2009, se destacaba que en el
período 2006/08 un 25% de los niños y niñas mexicanas (diez
millones aproximadamente) vivían en condiciones de pobreza alimentaria. En el análisis específico de la situación de la niñez, el estudio
señalaba que aquellos que viven en las zonas rurales se enfrentan a más
desventajas que los que viven en ciudades. Y, de ellos, los indígenas son los
que se encuentran entre los grupos más vulnerables de México.
En los últimos años ha habido una disminución importante en el
porcentaje de niños y niñas que sufren privaciones severas, especialmente en
materia de sanidad, agua e información. Sin embargo, se siguen manteniendo
cifras elevadas: 25.5% de niños y adolescentes no tiene acceso a la canasta
alimentaria básica, 34% sufre carencias en salud y educación y 59.5% no tiene
acceso, a mayores, a vivienda, transporte y vestido básicos, según cifras del
ENIGH de 2008.
Karla Yareth Valera.