Los problemas económicos no surgen
sólo por las necesidades materiales; podemos distinguir entre
las necesidades básicas, que son las que comparte el hombre con el
resto de los seres vivos y las necesidades sociales, que son las
originadas por el momento histórico y el contexto social en que se vive.
Vestirse para protegerse del frío o del sol es una necesidad básica; el que el
vestido tenga forma de traje de chaqueta, chilaba o shari, es una necesidad
social. A veces se clasifican también las necesidades en primarias y secundarias, considerando como necesidades primarias todas las que
una sociedad considera imprescindibles para un ciudadano normal o medio. Según
datos ofrecidos por organismos internacionales, hay mil doscientos millones de
personas, una quinta parte de la población mundial, que todavía no tiene acceso
a agua potable, alimentación adecuada y atención básica de la salud. Cien mil
personas mueren diariamente víctimas de las enfermedades causadas por la
desnutrición de las que cuarenta mil son niños menores de cinco años. La
pobreza no está excluida de ningún lugar del mundo. Incluso en los países más
avanzados viven personas a las que resulta difícil satisfacer sus necesidades
más elementales. Por otra parte, el explosivo crecimiento de la población
mundial no hace sino agravar estos problemas.